
Resulta muy satisfactorio cuando los realizadores de este saga, sacan temporadas, películas y segundas partes, y todo sigue siendo de calidad.
En esta 2ª parte, siguen siendo fieles a su estructura, contar problemas de gente de su edad representándolos en cada uno de los personajes.
Esta vez Samantha nos muestra los esfuerzos recompensados por no dejar que la edad le robe la juventud, la belleza, la vitalidad, y por supuesto...la libido.
Miranda la angustia de un trabajo donde la mala gente que te rodea, te roba de manera injusta la energía y la ilusión por trabajar. Y además traslada esa frustración a tu tiempo libre. (de eso sé yo un rato).
Charlotte, se enfrenta al desgaste que supone un hijo problemático, y al miedo a que una mujer más bella y joven te robe el puesto en la fantasía sexual de tu marido (y de paso el miedo de que lleve a cabo esas fantasías).
Y por supuesto Carrie, trata los temas más prufundamente. Esta vez se enfrenta al miedo de que su matrimonio se vuelva aburrido, vacío y convencional.
Y lo toca de una manera muy, muy real. El hecho de que tu pareja busque como mayor placer sentarse en el sofá o la cama a ver la TV.
Y que no quiera salir a cenar fuera, que prefiera quedarse en casa y pedir que traigan comida o hacer ellos la cena. En resumen, quedarse en casa.
Este problema lo tuve yo con mi pareja, más joven y deseosa de salir, mientras yo me sentía como Big, con deseos de huir del ruido, el humo, y las aglomeraciones.
Creo que no es tan malo quedarse a ver la tv. Lo malo es ver cualquier cosa o que uno de los dos decida lo que se ve sin consultar con el otro, o dedicarse a ver lo primero que ponen.
Se debería ver buen cine o un buen programa.
Planear la sesión de tv. ¿Qué vamos a ver?. Lo decidimos los dos, y después (o durante) comentamos lo que nos parece. Creo que cuando se tiene una pareja interesante es una aventura poder debatir cosas que te sugiere el buen cine con tu pareja.
Por ejemplo recuerdo con mucho placer haber visto con María "La pelota vasca", y parar cada uno cuando nos apetecía la película (Casi siempre yo), para debatir cualquier punto.
La película nos duró un montón de tiempo, pero fue un tiempo de pareja interesante.
Pero te olvidas del punto de partida..... que tu pareja no quería ver la TV y parece que tú se lo acabas imponiendo :-P
ResponderEliminarNo se trata de si es malo o no ver la TV, ni el programa a ver (discutible el criterio de lo que hay que ver: "Se debería ver buen cine o un buen programa"), sino el hecho de que a tu pareja no le apetece eso!
Pues mira, es un ejemplo perfecto... "DE LO QUE NO SE DEBE HACER".
ResponderEliminarSi no hay acuerdo por las dos partes, NO SE HACE.