miércoles, 30 de marzo de 2016

La procesonaria del pino.

Llega el veranito, y cuando salgo con la bici me empiezo a encontrar a estos bichitos.
 Además en mi trabajo, me llegan los pobres perritos con la cara como la de Nicole Kidman, por haber curioseado esta hilera tan extraña.
Parece que se guian como las hormigas cortadoras de hojas (de estas lo se seguro) por el olor que deja la anterior.
Este sistema parece un gran sistema para no "perderse", pero yo en la carretera veo una cosa curiosa...
 Cuando una rueda pisa a unas cuantas, las otras siguen el rastro de las aplastadas amontonándose sobre ellas, hasta que otro coche, hace los mismo con las primeras supervivientes.
Otro fallo de este..."sistema" es cuando la cabecilla no toma una hilera totalmente recta, y vuelve a pasar por donde ya lo hizo,  llegan a describir un círculo, (esto sé que sucede con las hormigas), el rastro de olor le hace seguirlo, una y otra vez, cada vez con más insistencia ya que el rastro cada vez tiene un olor más intenso, hasta que todas mueren de inanición.
 Además ese subidón de sentir cada vez mas intenso el olor, les hará pensar..."Vamos, vamos, que cada vez huele más, vamos por buen camino".
Este curioso hecho biológico me parecía muy interesante para describir que la técnica de... "Si todos van por ahí, será el camino correcto..." no siempre es la más acertada.
Y que no siempre viene mal, pararnos un poco a replantearnos viejas fórmulas.

2 comentarios:

  1. Las orugas de la procesionaria no piensan, ese comportamiento que describes es 100% instintivo.
    Y no les va mal, porque hay años que son una plaga.

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