Hablando con una ayahuasquera, comentaba lo importante de "agradecer". El agradecimiento es una puerta directa al corazón. La cuestión es estar atento, prestar atención a tantas y tantas cosas por las que estar muy agradecido.
Pero no un poco, como de compromiso. No, para que se te llene el alma de agradecimiento.
El hecho de que alguien pase días y días convencido que no ha habido nada para sentir este agradecimiento, es sencillamente que "No presta suficiente atención":
Hay que estar atento, poner esa atención que transforma poco a poco lo cotidiano en excepcional.
No es algo que se pueda hacer de golpe, pero puedes conseguir un día, darte cuenta de "Una cosa", y entonces agradecerlo, de corazón. Agradecerlo con todo nuestro ser, enfocarte en lo bonito que es ese duo de percibir lo maravilloso de algo y agradecerlo. Agradecerlo desde los pies a la cabeza, como si no nos cupiese tanto agradecimiento dentro.
Y lo bien que te sientes, y pensar..."Venga, repetimos".
Y seguir atento.
Y no hay que creer en nada espiritual siquiera. Agradécelo al universo, a algo, a lo que sea que haya sido el responsable de esa flor, esa música, ese niño, ese contacto humano, esa ilusión...
Y cuando aquello que agradeces tiene causante humano, es una gozada. Porque el canal es doble. No callarnos nunca unas "gracias". Todo lo contrario, centrarnos en agradecerlo de una manera apabullante, que rompa todas las defensas de nuestro interlocutor, y le arranquemos una sonrisa, aunque hasta ese momento sólo había encontrado motivos para quejarse.
Una compañera de juegos de piel, me comentaba una vez que se sentía un poco tonta porque después de sentir un orgasmo me daba las gracias.
Yo entendía perfectamente a qué se refería, ella decía que quedaba "Cutre".
Pero para mí era un agradecimiento que le salía del fondo del corazón, fruto del placer recibido.
Por supuesto yo podría decir que como agradérmelo si yo me lo paso mejor. Pero para que frenar eso. De ella salía de corazón y yo lo recibía como tal, y respondía "Gracias a ti".
Hay un impulso para frenar el agradecimiento que es el que sientas que te pueden considerar "servil", ´"débil", "pánfilo", "moñas", etc, etc.
Lo primero es que muchas veces le "Colocamos ese San Benito" a nuestro interlocutor sin tener ni idea de si eso es así. Damos por hecho una suposición. Y por esa suposición secamos el pozo de nuestra gratitud.
Y aunque así fuese, aunque lo sepamos seguro, porque se lo hemos oído decir a alguien.
Si tu sientes gratitud pura, limpia y sincera desde el fondo de tu corazón...Suéltala, y si el que lo recibe ve en ello algo malo..."pues que se lo mire".
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